Esta trágica historia comenzó en el verano de 1971, cuando la mujer tenía todos los preparativos listos para casarse con un pescador llamado Manuel, quien era su novio. Pero cuatro días antes de la boda el hombre salió a pescar y nunca regresó, hecho que se le puede atribuir a que murió, como muchos otros, por el embate de una tormenta (Priscilla) que se presentó por esos días en la costa mexicana.
Sin embargo, tal como se lo había prometido, ella seguía yendo a esperarlo en el muelle, vestida de novia. Y así “miles de lunas pasaron y ella siempre estaba en el muelle esperando”, tal como dice la canción.
El historiador popular y guía de turistas Guillermo Carvajal Sandoval insiste en que la historia es real y ha dado más detalles al respecto. Relata que Manuel se embarcó temprano, un miércoles 13 de octubre de 1971; se embarcó junto con otros hombres, pero no regresó. Llegado el día de la boda, Rebeca se vistió de novia y caminó por la playa donde, por días, esperó encontrar a su novio.
Ella quedó trastornada por la desaparición de su amado, y muchos se compadecían de ella y de su espera, por lo que le ofrecían comida, pues también habían perdido a seres queridos por la tormenta.
Al parecer, después de vagar un tiempo a la espera de su novio, Rebeca se fue a Puerto Vallarta a vender dulces, pero siempre iba vestida de novia.
Fue allí donde se encontró casualmente con Fher, el vocalista de la banda mexicana Maná, a quien le contó su historia y quien decidió inmortalizarla a través de la canción ‘El muelle de San Blas’, que forma parte de su disco 'Sueños líquidos', de 1997.
Noticia del Fallecimiento de la loca del muelle de San Blas AQUÍ
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